Cuando llega la época de frío, existen muchos riesgos para nuestra salud, con la aparición de muchos virus y enfermedades virales como la gripe, faringitis, bronquitis, entre otras, que pueden implicar riesgos para nuestros oídos e incidir sobre nuestra salud auditiva.
Como los oídos están comunicados con la boca y la nariz, cualquier posible infección de las vías respiratorias puede desembocar en una otitis, que es una inflamación del oído, la cual es provocada por la mucosidad que se genera con los resfriados. Los niños y los adultos mayores son los más propensos a sufrir en los cambios de temperatura, también existen otros elementos como el viento o la humedad que favorecen su proliferación.
Es por esto que nuestros oídos requieren de cuidados especiales para evitar enfermedades que puedan resultar en consecuencias negativas, como la pérdida de la audición.
Soluciones Auditivas te algunos consejos para protegerte ante las bajas temperaturas;
Vestimenta adecuada.
Para prevenir resfriados y la entrada de virus al cuerpo, es necesario usar prendas que protejan los oídos y la cabeza, ya que en estas zonas es donde se pierde calor con más facilidad. Llevar siempre un gorro que cubra las orejas, ayuda a evitar el congelamiento de los pabellones auriculares, que puede generar dolor y molestia.
Evitar a toda costa las infecciones.
Mantener las manos limpias, protegerse la boca al toser, mantener las defensas altas con una buena alimentación y suplementos vitamínicos, mantener la precaución e higiene en espacios cerrados como las guarderías, salones de clase, oficinas con poca ventilación o transporte público, son algunas de las actividades preventivas que podemos realizar para evitar infecciones.
Evitar los cambios bruscos de temperatura.
En el caso de las temporadas frías, los cambios de temperatura suelen ser frecuentes, ya que nos desplazamos constantemente entre la calle y los sitios con calefacción. En este caso, se deben tomar medidas que permitan mantener el calor corporal el mayor tiempo posible, vestirse adecuadamente, controlar la temperatura en el hogar u oficina y abrigarse antes de salir de lugares cerrados.
Realizar lavados nasales.
En caso de congestión, debemos realizar con frecuencia lavados nasales utilizando suero fisiológico para eliminar en la medida de lo posible la mucosidad que pueda haber en la nariz. Esto ayuda a descongestionar, promueve una mejor respiración, disminuye las alergias y es un paso clave para evitar la acumulación de mucosidades en las vías respiratorias y en los oídos, ya que de no expulsar dicha mucosidad, se empiezan a generar infecciones. No se recomienda “Sonarse” la nariz, ya que aplicar demasiada fuerza en esta acción puede causar daños en el oído, tomando en cuenta la presión, por lo tanto la mejor opción es el lavado.
Controlar la calidad del aire.
Cuando estamos en un ambiente cerrado, con poca ventilación, la calidad del aire es muy baja, ya que se produce un caldo de cultivo de bacterias y virus, que afectan nuestra salud y pueden provocar complicaciones. Es importante ventilar todas las habitaciones de nuestro hogar u oficina, en especial aquellas donde permanecemos por más tiempo y donde conviven un mayor número de personas, con la finalidad de renovar constantemente este aire y evitar infecciones. También debes realizar un mantenimiento y limpieza constante a los equipos de ventilación para evitar la acumulación de polvo y suciedad, que se termina reciclando en el aire.
Siguiendo nuestros consejos y procurando la prevención de enfermedades, podrás cuidar tus oídos y prevenir problemas de audición, si tienes alguna duda adicional, nuestros expertos están atentos a resolver cualquier duda de tu parte.
Fuentes:
https://www.infosalus.com
https://www.sportlife.es